Un buen diseño comienza con una comprensión clara de los conceptos básicos. Los seis principios del diseño son pautas para reunir elementos de una manera en específico para crear una comunicación efectiva, a través del diseño gráfico. La forma en que se aplican estos principios afecta el contenido expresivo y el mensaje del trabajo. Es bastante raro ver que solo se usa un principio a la vez, sin embargo, no necesariamente se deben usar los seis principios en una página, incluso el uso de uno ayuda a crear un buen diseño.
El equilibrio es la distribución visual del peso de los objetos, colores y espacio en su diseño. Tenga en cuenta que no es necesario que un diseño sea simétrico para que se lo considere equilibrado, sino que también se puede equilibrar un diseño asimétrico. Por ejemplo, con el equilibrio simétrico tendría un elemento en un lado y el mismo elemento en el otro lado. En cambio, con un equilibrio asimétrico podría tener un elemento grande en un lado y varios elementos más pequeños en el otro lado. El equilibrio del diseño se logra por completo mediante la colocación de los elementos dentro de ese diseño.
El contraste en el diseño es una acentuación de las diferencias entre los elementos. Aplicar contraste a un diseño le permite enfatizar o resaltar los elementos clave. Aunque el contraste generalmente se aplica usando colores opuestos, el contraste es de hecho una yuxtaposición de varios elementos del diseño, por lo que incluso diferencias en texturas (áspero vs. suave), formas (grande vs. pequeño) y líneas (gruesas vs. finas), solo por nombrar algunos, también crea contraste. La diferencia entre los elementos es lo que crea el interés visual.
A continuación hay algunos ejemplos de cómo se puede aplicar el contraste a un diseño:
La proximidad es la relación de cómo encajan los objetos en una composición. El objetivo principal de la proximidad es agrupar elementos relacionados para organizar su diseño. Al colocar dos o más elementos muy cerca el uno del otro, los está agrupando como un grupo cohesivo, en lugar de objetos dispersos y no relacionados. Esto también ayuda enormemente a crear puntos focales para los espectadores.
Como se muestra en la siguiente ilustración, a la izquierda, vemos cómo los objetos individuales que están dispersos y no tienen relación entre sí tienden a crear diseños confusos y caóticos sin puntos focales. Por otro lado, a la derecha, vemos cómo, cuándo se colocan muy cerca el uno del otro, estos mismos objetos crean diseños limpios y organizados que crean formas muy distintas.
La repetición refuerza un diseño repitiendo elementos a lo largo de toda la pieza. Es un esfuerzo consciente de unificar todas las partes de un diseño. Puede ser un formato particular, un color, una forma, una fuente en negrita, incluso una textura: repitiendo el elemento a lo largo del diseño, se crea consistencia y continuidad.
Un ejemplo de donde la repetición debería usarse con toda seguridad es el paquete de negocios. Al repetir ciertos elementos en todas las piezas que conforman un paquete de negocios (tarjetas de presentación, sobres, membretes, etc.) está solidificando su imagen de marca y creando consistencia.
El espacio en blanco es la ausencia de texto y gráficos entre los elementos. También se conoce como «espacio negativo». Aunque se denomina «espacio en blanco», no necesariamente debe ser blanco, puede ser de cualquier color (negro, azul, rojo, amarillo, etc.), cualquiera que sea el color de fondo. El espacio en blanco es importante porque proporciona un espacio de respiración visual para el ojo haciendo que la página se sienta menos apretada.
Como se muestra a continuación (a la izquierda), vemos un hermoso anuncio que es muy limpio y atractivo, creado simplemente usando la menor cantidad posible de gráficos y texto.
El espacio en blanco, o «espacio negativo», es también una gran manera de ser creativo en el diseño de gráficos y logotipos. Puedes dar la ilusión de que hay un objeto allí simplemente mostrando su contorno o parte de su contorno. Esto se muestra en la siguiente ilustración (derecha). Al cortar una pieza de cada uno de los tres círculos en el diseño, el contorno de un triángulo se hace visible.
La alineación es uno de los principios más básicos e importantes del diseño. Ayuda a unificar los elementos en una página creando una conexión visual entre ellos. Incluso si esos elementos no están muy cerca el uno del otro, cuando se alinea se crea una línea invisible (tanto en el ojo como en la mente) que los conecta. Al establecer una conexión visual con otra cosa en la página, la alineación les dice a los lectores que los dos elementos pertenecen a la misma pieza; esto, a su vez, crea un diseño más nítido y organizado.